Es
imposible que el avance y el desarrollo de las nuevas tecnologías, no solo,
haya modificado nuestros hábitos, costumbres y modos de comunicarnos, sino que
ha generado nuevos cambios en la conducta de compra del consumidor.
En
la actualidad, la vida diaria se convirtió en un desafío de adaptación a las
nuevas tendencias del marketing y la publicidad, generando la incorporación de
un nuevo “chip” en el manejo de estas, no solo en las empresas, sino también en
el mercado, pero sobre todo en los consumidores.
La
comunicación, elemento fundamental de nuestras relaciones, juega hoy, un papel
más preponderante en la compra y venta de productos y servicios; más que nunca
las empresas se han visto en la necesidad de ingresar a la carretera de la
comunicación con sus usuarios, clientes, consumidores y su mercado en general,
teniendo de esta manera un trato más personalizado y generando intercambio de mensajes
entre ellas y sus segmentos, estos cada vez más exigentes y comunicativos como
nunca antes.
Es
de esta manera, que la creciente necesidad del manejo de la plataforma de
internet, las redes sociales y los dispositivos móviles se conviertan en piezas
clave de una estrategia actual y competitiva y sobre todo diferenciadora.
No
solo los consumidores estamos incorporando el manejo de las nuevas tecnologías,
sino que nos vemos en la necesidad de aprender cada una de ellas, y no bien
creemos manejarlas, ya aparecen otras nuevas que nos obligan a la adaptación a
las mismas a la velocidad del rayo, generando cambios de conducta, nuevos
lenguajes, constantes interacciones, en un mundo gobernado actualmente por la
tecnología.
De
igual manera, este avance acelerado hacia el presente - futuro lo viven
diariamente las empresas, demandando al mercado nuevos profesionales
especializados en comunicación tecnológica estratégica para hacer frente a un
mundo que ya no cabe sin los nuevos medios del marketing y la publicidad.